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domingo, 10 de enero de 2016

Carriço y Cristóforo. Ganar desde la solidez defensiva.

Hace siete días en Granada el Sevilla FC dio la sensación de falta de equilibrio en su conjunto. El equipo de la ciudad de la Alhambra nos despojó de nuestra vestimenta y enseñó las carencias de un once que le costaba la transición ataque-defensa. Volver hacia la portería propia suponía una tragedia. La descomposición era total, los mediocentros no estaban bien colocados, los centrales caían en los desmarques que tiraban los delanteros y los espacios generados fueron aprovechados por los atacantes contrarios para adelantar por dos veces a los locales. Por lo tanto, Unai Émery necesitaba cortar esta debacle defensiva para poder crecer como bloque.
 
En la tarde de ayer, el técnico de Fuenterrabía repitió el esquema táctico utilizado frente al Real Betis Balompié en el partido de ida de la Copa del Rey. Prescindió de los extremos, jugando por dentro y dejando toda la banda para los laterales. El primer gol vino a partir de un robo de balón en la salida de los bilbaínos con Vitolo por el centro dando un pase milimétrico habilitando a Gameiro que resolvió bastante bien cruzando el esférico a la salida del portero. Este supuso el único disparo a puerta de los sevillistas en la primera parte aunque la sensación dada era la del control del encuentro a partir del primer cuarto de hora.
 
El Sevilla FC se mostraba compacto, se encontraba compensado en defensa y ataque. Únicamente en una ocasión fue sorprendido en una contra. Esto sucedió en el epílogo de la primera parte cuando Adúriz sorprendió en una jugada rápida tras perdida en ataque. Para contrarrestar esta rémora fue fundamental la aportación de Cristóforo. El jugador uruguayo derrochó un gran despliegue físico cortando las acometidas norteñas en zona de campo visitante, no retrocediendo como ocurrió en tierra Nazarí por parte de los dos mediocentro. Además, de no llegar nunca tarde es capaz de revolverse rápido cortando la acción ofensiva o teniendo que retroceder el contrario la pelota hacia el portero. El Ath. de Bilbao no tuvo salida limpia de balón en ningún momento del partido. Cristóforo proporcionó a Krychowiak la posibilidad de jugar sin realizar muchos desplazamientos hacia las bandas o salidas a destiempo en zonas alejadas de su mediocampo donde es más vulnerable. Otra virtud del sudamericano estuvo en el toque, no fallo hasta el último tramo donde ya estaba cansado.
 
Tampoco se puede olvidar otro pilar importante en la consecución de dotar al equipo de consistencia como fue Carriço. Siempre se situó de forma correcta, colocando ý corrigiendo la posición de los mediocampistas. Se llevó todo el partido hablando con sus compañeros, dando indicaciones que aportaron esa solidez necesaria para no pasar apuros durante la segunda parte. Contar con la posibilidad de un futbolista de esas características es tener un entrenador en el terreno de juego. En estos momentos confiamos en una dupla de centrales formadas por el portugués y Ramí. Mucho somos los que pensamos que la llegada de este componente es el mejor fichaje de invierno. Ayer el Sevilla FC no encontró un fútbol preciosita pero si una seriedad que se ha echado en falta en bastantes partidos de la temporada.
 
En definitiva, crecer en defensa nos ayudará a ganar partidos como local y visitante. Los equipos menos goleados siempre ocupan las primeras plazas por encima de los más goleadores. Por último, indicar que ahora mismo cuando escribo estas líneas ocupamos posición europea, el primer pasito se ha dado, esperemos que sea el definitivo.

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