En entradas anteriores he realizado varias homilías donde defendía la importancia del resultado final en la forma de analizar un partido por parte de muchos aficionados y periodistas. En ellas, trataba sobre la importancia de la entrada de la pelotita en la portería como parte fundamental para enfocar la crónica o resumen de un encuentro. Sirva de ejemplo, el choque disputado el pasado jueves. El resultado final, además de contribuir a tapar los errores de nuestro portero, sirvió de salvoconducto a Unay Emery, porque, al final la situación habría revertido en un linchamiento público del técnico. El buen planteamiento y trabajo del equipo quedaría en un segundo plano, solapado por dos errores puntuales que ayudaron a crear ciertas dudas en el trabajo defensivo y en la perdida de una eliminatoria donde el Sevilla FC fue mejor.
Sin embargo, hoy quiero cambiar el planteamiento y quiero dejar de mirar para ese lado y pasar al terreno contrario. Ferrán Soriano escribía un libro titulado: "La pelotita no entra por azar". Personalmente, estoy muy de acuerdo con su reflexión. El trabajo bien planificado tiene su recompensa. No podemos pensar que el fútbol es un juego de azar y la pelotita entra por suerte. Los éxitos del Sevilla FC se sustentan en uno pilares fuertes, cimentados en muchas horas de trabajo. Nadie, en su sano juicio, puede defender que los títulos se consiguen por casualidad. Siempre, he defendido que la mala o la buena suerte están relacionadas de forma directamente proporcional al trabajo y esfuerzo desarrollado por la persona o equipo de trabajo. Por lo tanto, yo creo en la capacidad del individuo.
En una de mis colaboraciones en la revista Number 1 Sport, a finales del 2011, demandaba una vuelta al principio de los tiempos, volviendo a recuperar las líneas maestras que nos llevaron a levantar seis títulos. Os dejo parte de aquel artículo.
"Cada año comprobamos que la restructuración
del equipo no se hace de la forma correcta, la planificación deportiva no es la
que demanda la plantilla que se devalúa con la perdida de jugadores importantes
y con adquisiciones que la mayoría de las veces no demuestran lo esperado
consiguiendo como resultado que la afición sienta una sensación de frustración.
Esta situación me hace pensar que lo mejor es dar un paso hacia detrás para
coger de nuevo impulso y volver con la fuerza necesaria en todos los ámbitos,
desde la dirección hasta la afición para situarnos de nuevo entre los grandes.
El consejo debe marcarse como
primer propósito importante ilusionar a los aficionados para que nuestro estadio se llene de nuevo del
colorido que últimamente ha perdido, es primordial tomar medidas para despertar a la masa social
del letargo en el cual se ha sumido aunque para ello sea imprescindible que los
responsables institucionales se adapten a los tiempos de crisis que existe en
nuestro entorno y los precios de los
abonos sean acorde a la situación que atraviesa la sociedad sevillana. En
segundo lugar buscar los medios necesarios para cuadrar las diferentes partidas
económicas y si es ineludible vender para poder comprar. La secretaría técnica
debe tener como cometido encontrar un entrenador con proyección que tenga claro
que lo esencial es cimentar un bloque de futuro no buscando el éxito a corto
plazo, partiendo desde lo valido de la actual plantilla, completando con
fichajes jóvenes que se revaloricen o jugadores con experiencias que se han
estancado en grandes clubes no contando con los minutos esperados y
considerando la cantera como parte significativa. La afición debe ser
comprensiva ayudando en todo lo posible entendiendo que es parte decisiva en el
devenir de la sociedad, apoyando desde la grada insuflando ese aliento al
equipo en los momentos de debilidad para volver de nuevo a disfrutar de la
gloria y tocar el cielo como aquella noche de abril cuando un gol de la zurda
de diamante nos clasificó para Eindhoven.
Por lo tanto, debemos de tener
una convicción máxima que la situación
puede revertir pero es indispensable que todos los estamentos que formamos
parte de la sociedad vayamos en una misma dirección, cooperando cada uno con
nuestro granito de arena y contribuyendo a engrandecer nuestra historia. Porque
siempre tengo claro que el Sevilla FC será lo que quieran los sevillistas desde
el presidente hasta el último aficionado."
Se puede decir que la vuelta a la senda del 2002 nos has traído de nuevo la felicidad a Nervión. El paso hacia atrás dejando los fondos de inversión para llenar los fondos propios del club ha devuelto la sonrisa al Ramón Sánchez Pizjuán. Mi conclusión de esta mañana, va enfocada hacia un terreno donde el trabajo bien hecho es la base para escribir los guiones de los nuevos episodios de gloria que se viven en el barrio de Sevilla donde el fútbol ha recuperado la sonrisa.