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viernes, 13 de noviembre de 2015

Recuerdos de un 23 de diciembre de 2011

En esta entrada quiero recuperar un artículo que escribí para la revista Number 1 Sport en vísperas de Nochebuena del 2011. Hoy me arrepiento de estas líneas y me siento engañado por este presidente que un día hizo grande al Sevilla FC.

"La sociedad  Sevilla FC se encuentra viviendo en estos momentos una situación complicada debido a la realidad personal que vive  nuestro presidente que afecta a la entidad de manera casi directa porque en España es muy complicado diferenciar entre lo personal y el cargo que se ostenta. D. José María Del Nido por su forma de pensar y actuar es querido por los suyos pero odiado por los demás, hecho que vemos desde el mismo instante que se hizo pública su sentencia, vivirá situaciones que no van a ser de su agrado pero tengo la seguridad que siempre va a defender por encima de todo a la institución, incluso por encima de sus intereses.

El pasado lunes volvieron a brotar en mi memoria recuerdos vividos en otra época que no fuimos capaces de manejar con la cordura necesaria, lo que supuso la convulsión más grande que ha vivido nuestra sociedad, dando lugar a la etapa negra del Sevilla FC donde se sucedieron los episodios más terribles y espantosos de nuestra historia. Por este motivo desde este espacio quiero pedir prudencia y sensatez a la afición, no se debe perder la paciencia  y sobrellevar los ataque que sufriremos desde diversos sectores de la población con la única intensión de desestabilizar un club que lucha en muchos frentes para obtener la máxima igualdad.

En el verano del 95 el equipo en el plano deportivo planificaba  una temporada ilusionante con un conjunto que preparaba la vuelta a la competición europea después de varios años sin participar, sin embargo, el 1 de agosto dos aficiones escuchaban estupefacta la noticia que corrió como la pólvora por todas las emisoras de radio y televisión. La liga de futbol profesional descendía de categoría al Sevilla FC y al Real Celta de Vigo, dos equipos con distinto peso dentro del organigrama futbolístico español. Esta nueva coyuntura que se presentaba en ambas entidades fue manejada desde la ciudad gallega con mayor cautela, no se exigió la dimisión del consejo de administración de una forma tan drástica como se demandó por parte del sevillismo, obligando a vender las acciones que poseían los dirigentes, apareciendo en escena el famoso paquete maldito que ocasionó muchos contratiempos a la institución. Mientras en Vigo la situación se normalizó sin ocasionar muchas alteraciones en el funcionamiento de la sociedad, obteniendo como resultado un crecimiento continuo hasta conseguir situarla en lo más alto de su historia.

Después de casi dos décadas nos topamos con la misma tesitura dimitir o seguir. La experiencia nos indica que D. José María Del Nido debe mantener sus funciones porque ha demostrado su capacidad de lucha y sacrificio  a lo largo de los años de mandato, logrando seis títulos como contemplamos en el último partido de liga cuando se rindió homenaje al gran Drago. Hoy en día es difícil entender un Sevilla sin una persona que recuperó en aquella famosa asamblea del 15 de Mayo de 1997 la dignidad que nunca debimos perder, permitiendo posteriormente que D. Rafael Carrión accediera al cargo más importante que puede soñar un sevillista. Por lo tanto no entiendo la postura de pedir la renuncia  de forma tan apresurada sin dejar transcurrir un tiempo prudente, creando una situación confusa que origina  un debate dentro de la entidad que es totalmente innecesario. Esta declaración solo puede servir para dividir a la afición y que cada uno nos tengamos que posicionar a favor o en contra de los distintos puntos de vistas. Personalmente no me cabe  ninguna duda hacia qué lado debo dar el paso al frente puesto que siempre me aliaré con los valientes que dan la cara en los momentos difíciles y si  tropiezan tienen la suficiente entereza para levantarse mirando de nuevo al frente. Nunca me asociaré con los que se esconden, esperando que ocurra algún contratiempo para volver a sacar la cabeza de su madriguera, solicitando la retirada del mejor presidente que hemos conocidos los sevillistas de mi edad.

Para finalizar mostrar desde estas líneas mi total apoyo a D. José María Del Nido suficientemente preparado para tomar la decisión más oportuna  que demande la entidad como ha demostrado a lo largo de 25 años".

Juan Medrano.   

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