"No es una decisión fácil, si se llega a definir, porque hay que contar también con la familia, porque mis hijos y mi esposa son felices en Sevilla, porque estamos adaptados a todo. Pero bueno, hay que mirar para adelante y si la mejor opción, gracias a Dios, es el Milán, voy a ser muy feliz y si me quedo en el Sevilla también seré feliz".
Son palabras de Bacca a su llegada a Baranquilla, después de finiquitar su participación en la Copa América. Ninguna resolución es fácil y se complica si el canje tiene más inconvenientes que ventajas. Cambiar Sevilla por Milán es dejar todo y escoger nada, la suerte de vivir en este rinconcito es solo para escogidos porque la antigua Híspalis tiene un color especial.
Sevilla es arte, encanto, embrujo y
pasión, donde es fácil soñar y enamorarse. Es una ciudad de barrios, de
plazuelas, de torreones y de rincones. Sevilla es la primavera, naranjos en
flor, azahar, jazmines, una saeta en la calle, una faena de un torero y un cante
en la feria.
Sevilla es Triana, Alfarería y Cava
dividida por la calle San Jacinto, Cachorro y Esperanza, Pureza la calle más
torera del mundo, Altozano con Juan Belmonte que cada abril se asoma para contemplar si
algún torero viene a casa en hombros por el puente y Vela de Santa Ana
reflejada en su río en noches de julio.
Sevilla es Los Remedios, donde
cada año emerge una ciudad efímera con
una portada como entrada, casetas con amigos,
farolillos y alumbrados, una niña vestida de gitana, una sevillana bien cantá, coches de caballos
y una calle del infierno donde los niños
son felices.
Sevilla es Guadalquivir que baña
dos orillas, calle Betis y Paseo Colón con la Maestranza y su Puerta del
Príncipe donde los toreros dibujan verónicas, chicuelinas, naturales o pases de
pecho y sueñan con escuchar un ¡Ole! o un pasodoble por la banda del Maestro
Tejera.
Sevilla es Torre del Oro que se
mira en el río para contemplarse a sí misma, donde dice la historia se
guardaban tesoros que arribaban desde tierras americanas. Giralda mora, coronada
con su Giraldillo, estatua que simboliza la fe
y divisa desde su altura toda la ciudad para protegerla de cualquier
peligro y es catedral cristiana con su patio de los naranjos.
Sevilla es Santa Cruz antigua
judería, callejón de vida y agua, Plazuela de Doña Elvira y Plaza de los
Venerables donde se fraguó el amor de Don Juan y Doña Inés y Jardines de Murillo, con olor a incienso en
noche de martes santo.
Sevilla es Macarena, con su arco
de entrada que fue pórtico almohade, Centuria Romana en jueves santo y
Esperanza en madrugada, Feria y Alameda con su Torre de Hércules símbolo de
Andalucía y silencio de Gran Poder en San Lorenzo.
Sevilla es Nervión barrio donde
el futbol se hace arte y filigrana, Sánchez Pizjuán estadio donde los sueños se
cumplen, con su tercer anillo lugar del sevillismo eterno. Biris que nunca se
rinde por unos colores que convierten los sentimientos en pasión y equipo con
más de cien año abanderando el nombre de esta ciudad.
Por todo esto que no encontrarás en ningún lugar del mundo tu familia es feliz. Además te recuerdo que Dios fue vendido por treinta monedas y eligió este sitio para morir y resucitar cada primavera, Sevilla es la tierra de su madre, la que abandonas cambiando la felicidad por el bien que mi Dios más aborrecía el dinero. Por lo tanto, no creo que Gracias a Cristo vayas a cambiar Sevilla por Milán.
Ya solo me queda desearte suerte porque los sevillistas somos agradecidos pero no olvides que el paraíso está en Andalucía y protegido por unos guerreros que reciben el nombre de Guardianes de Nervión.
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