Vistas de página en total

martes, 28 de julio de 2015

Un programa Erasmus para los canteranos.

Continuando la línea de la entrada anterior y utilizando su argumento para justificar este artículo, me permito emitir mi idea de como actuar con el jugador canterano que ha completado un ciclo en el Sevilla Atlético. Si extraemos una serie de conclusiones del aquel escrito comprobaremos el giro dado por la entidad con respecto al futbolista criado en la Ciudad Deportiva Cisneros Palacios. El buen momento económico ha permitido comprar profesionales con mayor nivel, aumentando la calidad de la plantilla y la exigencia a la hora de cumplir los objetivos. Este cambio, en la forma de proceder de la entidad, influye en las decisiones del cuerpo técnico, el cual, al tener mayor responsabilidad confía menos en el niño formado en los escalafones inferiores porque necesita resultados a corto plazo. 
 
La nueva espiral donde ha entrado el club, jugando constantemente partidos importantes, no facilita la posibilidad de formar futbolista, como sucedía en la década de los ochentas. En estos tiempos, el jugador que asciende debe competir al máximo, sin tener periodo de adaptación, por unos logros muy distintos a los del filial. Por lo tanto, el escalón a subir es muy alto quedando muchos de ellos en el intento incluso siendo internacionales con las selecciones de su edad. No guarda una relación directamente proporcional los éxitos de la cantera con la repercusión en el primer equipo. Se ha perdido la generación que consiguió dos Copa del Rey juvenil ganado al FC Barcelona y ATH de Bilbao con componentes que demostraban tener cualidades suficientes para jugar en profesionales.
 
Por lo tanto, es el momento de cambiar  la manera de gestionar estos recursos, no se puede desaprovechar hornadas en los terrenos de 2ªB. Desde mi punto de vista, es la categoría más difícil del futbol español, puesto que son niños luchando frente a hombres, en la mayoría de los casos, curtidos en mil batallas. El estilo de juego no se adapta a las condiciones de estos peloteros, en esta división, prima más la fuerza que la calidad, convirtiéndose en una tortura cada jornada para estos jóvenes que acaban aborreciendo el futbol o perdidos en el desierto de la tercera.
 
En consecuencia, veo necesario ceder los canteranos a entidades de superior categoría para salvar el muro que supone el salto de dos divisiones, además de conseguir que el futbolista se forme en unos campos más acorde a sus cualidades. No debemos tener miedo a conceder una beca Erasmus de un año a estos profesionales para mejorar en su formación. Juan Muñoz, Antonio Cotán, Luismi y Carlos Fernández deben abandonar por un año nuestra disciplina, no deben malgastar esta temporada en el filial porque su proyección se estancaría. Es el momento de tener minutos y no esperar una oportunidad en el Sevilla FC que lo más seguro no se produzca. No hipotequéis vuestro futuro y mirarse en el espejo de David Silva cedido a Éibar y Celta antes de triunfar en un grande.

No hay comentarios:

Publicar un comentario